La llegada de un recién nacido al hogar es un evento único y especial en la vida de cualquier familia. Recibir al chiquito en un hogar lleno de amor es muy importante para que él se sienta cuidado y protegido de cualquier peligro. Sin embargo, es normal que debido a su fragilidad de los bebés, los adultos sientan temor y piensen que las precauciones para evitar accidentes nunca son suficientes. Es por eso que muchos se informan al respecto, y uno de los riesgos más temidos por los padres de un recién nacido es el llamado “Síndrome de muerte súbita del lactante” (SMSL). Se trata de la muerte inexplicable de un bebé completamente sano, que por lo general ocurre mientras el pequeñito duerme.

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Un 90% de los casos ocurre durante los primeros seis meses de vida, y cerca de un 25% se atribuye a una estrangulación o sofocación. Es un hecho realmente lamentable que todos los padres desean evitar, y uno de los principales consejos para hacerlo es no dejar peluches o ropa de cama suave en la cuna del niño. Pero según algunos especialistas, eso no es todo a la hora de prevenir casos de SMSL. Además, existe otra recomendación muy importante que podría salvar la vida de nuestro bebé en sus primeros meses de vida. En la próxima página vas a enterarte de qué se trata.

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