Atención odontológica. Foto: Miami Diario.

El pequeño Abiel estaba por cumplir los cuatro años; y debía acudir al dentista por una infección en las encías. El pequeño se sintió mal durante el procedimiento al que fue sometido y murió.

Lo que se esperaba sea un procedimiento de rutina, acabó de la peor manera. El médico debía determinar si era viable alguna curación o combatir el cuadro con antibióticos, pero, no fue así.

A Abiel le aplicaron una inyección; la sustancia hizo reacción en el pequeño, a quien se le inflamó la mejilla y su pulso se alentó.

De inmediato llamaron al 911, en consecuencia, llegaron paramédicos y agentes de la policía de Wichita.

En la sala de espera se encontraba Nancy, su madre, quien nunca pensó que aquella movilización era por Abiel.

AL pequeño le hicieron reanimación cardiopulmonar antes de que “los servicios médicos de emergencia transportaran” al pequeño a un hospital, donde se constató su deceso.

“Como madre, sientes que le fallaste porque no hiciste nada para protegerlo”, indicó Nancy. “Realmente pensé que había tomado la decisión correcta”.

Nancy, la madre de Abiel, recuerda que trató de tener la mejor alternativa para corregir esa infección en las encías del niño. La opción, fue acudir el pasado 6 de julio al Tiny Teeth Pediatrics Dentistry, ubicado en Wichita, Kansas.

“No esperábamos salir de allí sin un hijo”, agregó. El pequeño no tenía antecedentes de alergias en Abiel. El dentista se mostró sorprendido por la reacción que tuvo el pequeño paciente; y aseguró que nunca lo había visto, reportó Excélsior.