Aunque la vida nos enfrente a grandes desafíos, podemos resolver gran parte de ellos con esfuerzo, paciencia y dedicación. Pero por sobre todas las cosas es muy importante no renunciar a los sueños y seguir siempre adelante para lograr nuestras metas en la vida. Así lo demuestra día a día Luis Ferreira, un joven de 32 años oriundo de San Isidro, Altos, departamento de Cordillera.

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Cuando era niño, Luisito soñaba con convertirse en un gran futbolista y siempre mostró un gran talento para jugar a la pelota. En cada partido el pequeño resaltaba por su particular estilo y todo indicaba que podía convertirse en una gran estrella del deporte rey.

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Pero al cumplir 6 años, sus padres se dieron cuenta de que le sucedía algo extraño a sus piernas y decidieron llevarlo al hospital. “Como que era karê. Me llevaron al hospital por esa razón y quedé internado. ¡Y sí que fue un problema! porque me quedé así (ya no creció)”, contó. “Estuve 8 años en el Hospital de Clínicas bajo tratamiento y operaciones para que se estiren mis piernas. Pero Dios quiso que siga así, y la verdad que a mí no me molesta ni me afecta en absoluto. Vivo mi vida como cualquier otro y lo disfruto minuto a minuto”, comentó muy tranquilo.