5.Autómata de aves vivas. Este juguete alemán del siglo XVII tenía un horrible fin: se trataba de una figura cómica que tenían un hueco para introducir y dejar encerrado a un pájaro. Con el animal vivo dentro, el juguete se movía según los movimientos de la pobre ave.

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6.Laboratorio de energía atómica. A principio de los años 50, las bombas atómicas eran todo un furor, y por ello se produjo un costoso laboratorio de juguete para que los pequeños sepan un poco más sobre la energía nuclear. El pequeño y peligroso detalle es que contenía materiales muy reales: el kit contaba con 4 muestras de uranio, un contador de radiación Geiger-Muller, un electroscopio y otros componentes. Costaba unos 350 dólares y solo estuvo en venta entre 1951 y 1952.

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